La década de oro de la televisión fue sin duda, la de los '60. Durante ese período (que comenzó su declinación al promediar los años '80 cuando la televisión por cable comienza a proponer una mayor segmentación de la audiencia) la masividad daba a la televisión un liderazgo que eclipsaba a su rivales. Ese lapso sentaría las bases de las técnicas del discurso audiovisual que alcanzarían su máximo apogeo con el género del video clip, que rápidamente influiría en toda la producción audiovisual, en todos sus géneros: desde la novela por episodios, hasta el documental, desde los noticieros, hasta los comerciales de TV.
A principios del segundo milenio, la TV se encuentra buscando un nuevo rumbo. La audiencia ha cambiado, y el liderazgo cómodo de lo indiscutiblemente masivo, también. Pero esta problemática excede este pequeño espacio. Lo que nos convoca sin embargo, es observar como los comerciales audiovisuales, antes, exclusivos de la TV, parecen haber hecho propio el artificio del formato audiovisual para exportarlos a las nuevas tecnologías, conservando aún su espíritu masivo. Sospecho que se trata de una etapa de transición. Volveremos sobre este tema, para analizar el devenir de las tendencias. Dejemos por el momento este espacio para comentar los comerciales aún pensados para TV, pero que circulan indistintamente por otros medios, como éste.