Que Sueiro apague la luz

Es un tema común del debate sobre creatividad publicitaria, cuestionar si el hecho de apelar a una pesonalidad pública como recurso para potenciar la credibilidad de un producto (publicidad testimonial) o construir una imagen de marca asociada a la imagen de la personalidad pública es eficiente o no. A menudo se puntualiza, no sin poca razón, que esta pesonalidad debe estar claramente al servicio del producto y no a la inversa.

En este caso, el comercial de Edenor, cuyo objetivo es propiciar un ahorro energético, recurre al humor tratando de buscar la simpatía y complicidad en el usuario. En vez de recurrir a un discurso moralizante o coercitivo, convoca a Victor Sueiro, un periodista que potenció su fama tras haber escrito un libro en el que narraba su propia experiencia cercana a la muerte (NDERF), experiencia en la que efectivamente había visto "una luz".

El argumento es tan simple como efectivo: con mucha simpatía, Victor Sueiro es convocado por un onírico grupo policial que lo interroga sobre el hecho citado en su famoso libro, preguntándole específicamente si ha apagado aquella luz. El efecto es intersante, porque partiendo de una situación fantástica e inverosímil, bordeando la experiencia de un fenómeno quizá paranormal (que podría tener cierta credibilidad un target bastante amplio) se aproxima a la sensiblidad de muchas personas al tiempo que se aborda un tema muy concreto como el del ahorro energético.

No se trata pues de un humor gratuito, ni de un mensaje que se diluye en lo anecdótico. La personalidad de Sueiro es clave en el sentido del mensaje. Un excelente ejemplo del buen uso de la técnica publicitaria.

por Graciela Paula Caldeiro